Los precios de la energía han traído amargura a un gran número de españoles. Que han visto subir la factura de la luz desde 2021. Sin embargo, a medida que se acerca el verano, reducir los costos de electricidad se vuelve complicado si el sistema se usa para enfriar el hogar.
Y es que, si bien hay consejos para reducir el consumo de aire acondicionado, lo cierto es que hay una clave para que tus facturas no se disparen cuando lo usas: un buen aislamiento en tu hogar. Porque la verdad es que si todo escapa por las paredes y ventanas, de nada sirve refrescar la casa en verano o calentarla en invierno. Por eso hoy vamos a explicar qué es el aislamiento y cómo nos puede ayudar en nuestro hogar. Evitando los puentes térmicos y otros efectos que reducen la eficiencia energética de la vivienda.
¿Qué es el material de aislamiento térmico?
Los aislantes térmicos son materiales que proporcionan una gran resistencia a la transferencia de calor. Es decir, artículos que no tienen una buena capacidad de transferencia de temperatura. De esta forma, proporcionan un buen sellado en el lugar de montaje, ya que mantienen estable la temperatura interna. Esto hará que el exterior sea menos importante porque si la habitación está climatizada, será más fácil mantenerse a esa temperatura. Lo mismo sucede si el clima se torna frío.
El aislamiento está diseñado para proporcionar una mayor resistencia a la transferencia de calor entre diferentes habitaciones o lugares.
Esto a su vez se traduce en grandes ahorros en calefacción y refrigeración de habitaciones. Los equipos de aire acondicionado y calefacción tendrán que gastar menos esfuerzo para mantener la temperatura debido a un buen aislamiento. Esto significa que el consumo de energía se mantendrá al mínimo.
Tipos de aislamientos térmicos
Si bien hay muchos tipos diferentes de aislamiento para el hogar, podemos dividirlos en tres categorías amplias:
Aisladores sintéticos o plásticos: Son plásticos y polímeros, generalmente derivados del petróleo, y son muy utilizados porque, además del aislamiento térmico, brindan protección contra incendios.
Aislantes Minerales: Aquí podemos encontrar productos como lana mineral de roca o de vidrio. En este caso, proporcionan termo sellado y buen aislamiento acústico. Además, son materiales flexibles, por lo que se pueden presentar en diferentes formatos para una fácil instalación.
Aislamiento Vegetal y Animal: Sin duda, esta opción es la más respetuosa con el medio ambiente. Básicamente están relacionados con materiales como el corcho y la celulosa, que son reciclables y tienen una buena resistencia al calor.
Conclusión
Si te estás planteando qué tipo de aislamiento debes utilizar, lo cierto es que no hay malas elecciones. Por lo tanto, lo mejor que puede hacer es dejar que un experto le aconseje para que descubra por sí mismo qué método se adapta mejor a las necesidades de su hogar. Sin duda, si lo que buscas es reducir el consumo energético de tu hogar, lo mejor que puedes hacer es mantenerlo bien aislado del exterior.
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